María Cañas (Sevilla, 1972) ha sido etiquetada como la Archivera de Sevilla o la Virgen Terrorista del Archivo. Se define a sí misma como agitadora cultural, iconoclasta audiovisual y pirómana de mentes. Practica una videoguerrilla que se introduce en los tópicos y prejuicios sociales para dinamitarlos, utilizando el humor como estrategia de insurgencia y de resistencia.
Reciclaje y apropiacionismo
Su activismo cultural se nutre del reciclaje, del apropiacionismo y de la experimentación artística con todos los contenidos audiovisuales que genera nuestra sociedad: un archivo orgánico y detrítico que utiliza para instar a las personas a gobernarse a sí mismas. Es defensora a ultranza de la no privatización y de la liberalización de nuestro imaginario y memoria histórica. Está comprometida con la idea de cultura como construcción colectiva.
Su arte se comparte en internet y ha sido exhibido y premiado en multitud de festivales, eventos, centros de arte, museos, espacios autogestionados, universidades y galerías nacionales e internacionales, en países como Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Corea del Sur, Costa Rica, Chile, China, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Italia, Marruecos, Perú, Polonia, Puerto Rico, Reino Unido, Rusia, Suecia, Suiza, Uruguay, etc.
Su forma de trabajar la imagen y el sonido de una forma tan transgresora y libre, tan crítica y divertida, está además infundida de una poética propia que, indudablemente, constituyen una obra y una trayectoria auténticas y perfectamente reconocibles, que han enriquecido el audiovisual y el arte hecho en Andalucía. Por todas estas razones, el Festival Nuevo Cine Andaluz de Casares quiere reconocer en esta novena edición su magnífica aportación a la cultura colectiva, otorgándole en Casares el Premio Cámara Oscura de este año 2022.