Cuidar la salud de nuestros jóvenes redundará en un claro beneficio sanitario en el futuro. La salud de las nuevas generaciones depende, en gran medida, de la promoción y educación para la salud que hayan recibido dentro del ámbito escolar. Garantizar que esas necesidades de atención sanitaria y educación para la salud de los menores sean atendidas correctamente resulta fundamental. Ahí es donde el papel de la enfermera escolar se vuelve determinante. Sin embargo, esta figura sigue siendo escasa en el panorama nacional -que cuenta con una enfermera por cada 6.685 alumnos- además de poco reconocida, lo que pone en peligro la correcta atención de las necesidades de salud y sanitarias de los menores españoles dentro de los centros educativos, ya que, tal y como se desprende del último informe del Observatorio de Enfermería Escolar del CGE, el 25% de los menores que acuden a un centro escolar padece una enfermedad crónica. En el caso de Andalucía, del informe se desprende que cuentan con 426 enfermeras escolares para 363.126 alumnos. En concreto, el modelo de atención que siguen en esta comunidad es el de una enfermera referente que va desde Atención Primaria a hacer educación para la salud en momentos puntuales, sin estar de forma presencial en los centros escolares. Un modelo con el que no solo no se cubren todas las necesidades que tiene la comunidad escolar, sino que además sobrecarga aún más si cabe el sistema sanitario público.

Por ello, el Consejo General de Enfermería (CGE) junto a otras 15 entidades solicitaron a principios de año la colaboración entre los Ministerios de Sanidad y de Educación para impulsar un procedimiento común instando a todas las comunidades autónomas a implantar la figura de la enfermera escolar en todo el territorio nacional. Un trabajo de coordinación entre la Administración Central y las comunidades autónomas que pretende que todos los criterios normativos que se establezcan sean homogéneos en relación a las competencias, formación, dependencia y grado de participación e integración de la enfermera escolar en la Comunidad Educativa. La Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Canarias, Asturias, Ceuta y Melilla han sido las primeras comunidades en brindar su apoyo para -de forma gradual pero inmediata- hacer de este objetivo una realidad.

La Comunidad Autónoma de Andalucía, ha mostrado su apoyo y gran implicación para que los menores de los centros escolares y sus familias cuenten con los mejores cuidados.

Así, el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Jorge del Diego Salas y Antonio Marín Larrea, subdirector de Ordenación Farmacéutica, Estrategias de Prevención y Promoción de la Salud, ambos implicados de forma directa en el proyecto de la enfermera escolar, junto con la presidenta del Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería (CAE) y tesorera del CGE, María del Mar García y parte de los componentes del Observatorio de Enfermería Escolar del CGE, como son Diego Ayuso, secretario general del CGE y Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera, han puesto sobre la mesa diferentes experiencias y estrategias en las que basarse para garantizar la presencia de una enfermera en cada centro educativo.