El primer objetivo es realizar un diagnóstico para conocer las especies presentes en Casares y localizar sus lugares de cría y reposo para luego poder focalizar los tratamientos larvicidas únicamente en aquellos lugares en los que realmente se necesitan
El plan municipal para el seguimiento y control de las diferentes especies de mosquitos se basan en identificar cuales tienen presencia en el municipio, monitorizarlas para localizar sus focos de cría y actuar en estos focos. También se contemplan herramientas de concienciación para la ciudadanía. El plan tiene una duración de abril a Noviembre
Se trata de un sistema de control integrado del que ya se ha realizado la primera fase de muestreo para conocer la presencia y actividad de las diferentes especies de mosquitos en los espacios públicos del término municipal
Con la llegada del mes de abril se va a empezar a dispersar un agente biológico inocuo para el medio ambiente y para el ser humano y que ataca directamente a las larvas en las aguas paradas, como arroyos, charcas, o la desembocadura del río Manilva.
Este plan de acción está enfocado en combatir la fase larvaria, la fase más sensible del ciclo de vida de los mosquitos. Dado que los mosquitos necesitan agua para poder desarrollar las larvas, hay que localizar y tratar estos puntos donde los futuros mosquitos se encuentran concentrados ya que es un tratamiento preventivo.
A nivel municipal, la herramienta que se emplea principalmente son los tratamientos con larvicidas biológicos en los focos de cría (imbornales, superficies anegadas, canales de riego, etc…). Un método respetuoso con el medio ambiente, sin impacto alguno para la salud de las personas y animales domésticos.
Los mosquitos tienen un ciclo larvario necesariamente acuático, por lo que si no hay agua el ciclo no se puede completar. Las larvas son la fase más débil del ciclo de vida de los mosquitos, por eso el control larvario es el sistema más eficaz y de menor impacto en el ecosistema
En Casares hay 3 arroyos que en época estival no conectan con el mar, y donde se pueden desarrollar larvas y por lo tanto habría que tratar. Este tipo de entornos naturales (siendo el Río de Manilva una Zona de Especial Conservación) han de ser tratados con especial atención.