La Universidad de Málaga y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con la colaboración de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), han celebrado hoy el encuentro ‘Turismo y cambio climático en la Costa del Sol’, en el que se ha abordado la crisis climática desde la perspectiva de uno de los sectores económicos clave de la provincia.

“Entender el impacto del Turismo sobre el cambio climático; así como el impacto que la actual crisis climática ejerce sobre el turismo es fundamental para asegurar la sostenibilidad del sector”, explican sus organizadores. El objetivo de la jornada ha sido, entre otros, estimular la toma de acciones climáticas en el sector, para lo que se ha contado en su inauguración con la intervención de Virginia Fernández-Trapa, responsable del Programa de Desarrollo Sostenible del Turismo de la Organización Mundial del Turismo (OMT–UNWTO), que ha presentado la Declaración de Glasgow.

Durante la jornada se han presentado resultados clave del informe ‘Turismo y crisis climática en la Costa del Sol: diagnóstico preliminar y propuestas de acción’, una iniciativa de la UICN Mediterráneo y la Universidad de Málaga, con la colaboración de Social Climate y Explora Málaga; donde se han analizado diferentes impactos y escenarios climáticos, con la participación del profesor y director del Instituto Universitario de Investigación e Innovación en Turismo de la UMA, Enrique Navarro y el director de la Cátedra FYM-UMA de Cambio Climático, Enrique Salvo.

Informe

Entre los principales riesgos de la crisis climática sobre la Costa del Sol, el informe señala, entre otros, el aumento en la duración de las olas de calor, con temperaturas medias diarias superiores a 30º C; el aumento del número de días con noches tropicales con temperaturas mínimas superiores a 25º C; y la disminución de los días de lluvias, abundando los episodios de precipitaciones torrenciales.

Asimismo, recoge que “aunque la elevación del nivel del mar parezca insignificante, esta tendrá una repercusión negativa en los sistemas litorales arenosos (playas) y en los frentes de las áreas urbanizadas”. El déficit hídrico y el incremento de los desastres ambientales, desde sequías extremas hasta incendios de sexta generación, además de inundaciones, plagas, epidemias o derrumbes, “todos ellos teniendo como causa el calentamiento global”, son otras de las preocupaciones que recoge el informe.

Estos factores podrían llevar a un cambio de tendencia que llevaría a “un aumento del número de viajes nacionales e internacionales hacia la costa norte de España”, que incrementaría su atractivo turístico en los periodos más cálidos -añade el informe-, que señala como elemento positivo para el sector “la prolongación de la temporada cálida hacia la primavera y el otoño”.

El evento ha servido además para escuchar a distintos actores del sector para conocer su percepción, necesidades y preocupaciones respecto al cambio climático, y se ha identificado y debatido sobre buenas prácticas, con el propósito de estimular el diálogo e inspirar a la acción, en un contexto de necesaria transición hacia un modelo turístico más sostenible.

Para ello, la jornada ha contado con una mesa redonda donde han participado empresas turísticas, administraciones y académicos, para exponer de primera mano sus experiencias y líneas de actuación en materia de turismo y sostenibilidad frente a la crisis climática.